domingo, 22 de diciembre de 2024

Presentación

 


Autoevaluación

 


Autoevaluación sobre las Tertulias Dialógicas: Fracaso Escolar, el Papel de los Educadores Sociales y el Índice de AROPE

Durante las tertulias dialógicas que hemos realizado a lo largo del curso, he tenido la oportunidad de profundizar en temas cruciales como el fracaso escolar, el papel de los educadores sociales y el índice de AROPE(At Risk of Poverty or Social Exclusion). Estas discusiones me han permitido reflexionar de manera crítica sobre la complejidad de los problemas sociales y educativos en el contexto actual, y cómo estos se entrelazan con las políticas públicas y el trabajo docente. La naturaleza colaborativa y abierta de las tertulias también me ha brindado un espacio para cuestionar mis propios enfoques, reafirmar mis convicciones y, sobre todo, para repensar mi futura práctica profesional como docente.

El fracaso escolar y sus causas:Uno de los temas más impactantes para mí fue el análisis del fracaso escolar, que se mostró como una realidad multifacética. El fracaso escolar no es un fenómeno aislado; está estrechamente relacionado con factores sociales, económicos y familiares. En las tertulias se discutió cómo la pobreza, las desigualdades sociales y la falta de recursos inciden directamente en el rendimiento académico de los estudiantes. Comprendí que el fracaso escolar no debe ser visto únicamente como un fallo individual de los estudiantes, sino como un reflejo de la estructura social que los rodea. Esto me hizo replantearme las expectativas que como educadora puedo tener hacia mis alumnos, entendiendo que no todos parten desde el mismo punto de partida. Este aprendizaje es esencial para mi futura práctica, pues me permite enfocarme más en las necesidades individuales de los estudiantes, y no solo en los resultados académicos.

El Papel de los Educadores Sociales: Otro tema central fue el papel de los educadores sociales. A través de las tertulias, pude apreciar la importancia de los educadores sociales no solo como profesionales encargados de intervenir en situaciones de riesgo, sino también como agentes de cambio que pueden influir directamente en la integración social y el bienestar emocional de los estudiantes. Como futura docente, es fundamental entender que mi rol va más allá de impartir contenidos académicos: debo ser un apoyo emocional, un facilitador de aprendizajes significativos y un mediador de las realidades socioeconómicas de mis estudiantes. Además, los educadores sociales juegan un papel esencial en la creación de entornos inclusivos y equitativos, lo cual es clave para reducir las brechas de exclusión social y educativa.

El Índice AROPE y la Exclusión Social:El concepto de AROPE me abrió los ojos a la realidad de muchos estudiantes que enfrentan situaciones de pobreza y exclusión social, y cómo estos factores impactan su rendimiento y su acceso a una educación de calidad. Las tertulias me permitieron reflexionar sobre cómo el índice AROPE no solo refleja las dificultades materiales de las personas, sino también su situación de vulnerabilidad estructural. Como futura docente, reconozco la importancia de trabajar desde una perspectiva inclusiva y sensible a estas realidades, ya que los estudiantes en situación de pobreza no solo necesitan recursos materiales, sino también apoyo emocional y académico que les permita superar las barreras sociales y personales que enfrentan. Este enfoque es fundamental para promover una educación que sea verdaderamente inclusiva y que no deje a nadie atrás.

Integrando lo Aprendido en mi Práctica Docente:Integrar todo lo aprendido en las tertulias dialógicas me ha proporcionado una visión más profunda de los desafíos que enfrentan los estudiantes, y cómo mi rol como docente debe adaptarse para ser más inclusivo, empático y comprometido con la equidad. Este proceso de reflexión crítica me ha motivado a seguir formándome y a estar más consciente de las realidades sociales y personales de mis futuros estudiantes. En mi práctica docente, procuraré tener siempre presente que el **fracaso escolar** no es un reflejo de la incapacidad de los estudiantes, sino de un sistema que muchas veces no está preparado para atender la diversidad de contextos en los que viven. Por ello, es fundamental que, como educadores, desarrollemos estrategias que fomenten la participación activa, el apoyo emocional y académico, y la creación de ambientes de aprendizaje que respondan a las diversas necesidades.

Además, el conocimiento sobre el índice AROPE me permitirá identificar a aquellos estudiantes que puedan estar en riesgo de exclusión social, y trabajar desde un enfoque preventivo para garantizar que tengan las mismas oportunidades de éxito educativo. Mi práctica debe estar orientada a generar un entorno seguro y acogedor donde todos los estudiantes, independientemente de su origen o situación socioeconómica, se sientan valorados y apoyados en su proceso de aprendizaje.



Las tertulias dialógicas me han permitido no solo adquirir conocimiento teórico, sino también reflexionar profundamente sobre la manera en que estos temas afectan a la educación y a la inclusión social. Este proceso de aprendizaje y reflexión constante será fundamental para mi futuro como docente, ya que me motiva a seguir trabajando por una educación más justa y equitativa, en la que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial, sin importar las barreras sociales que enfrente.

Maoly Miranda Madera
Máster en Inclusión y Exclusión Social


Preguntas para la reflexión e investigación del tema

 


¿En qué medida influye el acceso al capital social y cultural en el proceso que conduce al abandono escolar en diferentes entornos sociales?

El acceso al capital social y cultural juega un papel crucial en el proceso que conduce al abandono escolar. El capital social se refiere a las redes de apoyo y relaciones que un estudiante puede tener en su vida, ya sean familiares, amigos, o profesores, mientras que el capital cultural está relacionado con los recursos educativos y experiencias que un niño tiene en su entorno familiar y social. Cuando un estudiante tiene acceso a un fuerte sistema de apoyo emocional y académico, tiene más probabilidades de mantenerse en la escuela, incluso frente a adversidades como el divorcio de sus padres. Sin embargo, cuando un niño crece en un entorno con bajo capital social, es decir, donde no hay un apoyo constante o donde la comunicación con los padres y profesores es limitada, el riesgo de abandono escolar aumenta. Lo mismo sucede con el capital cultural: si los estudiantes no tienen acceso a experiencias educativas fuera del aula, como actividades extracurriculares o tutorías, su conexión con la educación puede debilitarse, llevándolos a perder interés y abandonar la escuela.

¿Qué medidas de prevención pueden identificarse como eficaces para reducir el abandono escolar, centradas en mantener al alumno en riesgo de abandono escolar dentro del sistema educativo?

Para prevenir el abandono escolar y mantener a los estudiantes en riesgo dentro del sistema educativo, es esencial adoptar un enfoque integral que abarque tanto el apoyo emocional como el académico. Un primer paso importante es establecer redes de apoyo sólidas dentro de la escuela. Esto puede incluir programas de tutorías personalizadas, donde los estudiantes reciben atención individualizada para resolver sus dificultades académicas, y la creación de grupos de apoyo emocional, donde los estudiantes puedan compartir sus vivencias y recibir orientación en momentos de crisis, como el divorcio de los padres. Además, involucrar a los padres en el proceso educativo, incluso después de una separación, es fundamental. Si ambos progenitores se mantienen involucrados, aunque sea de manera indirecta, los niños pueden sentir que tienen el respaldo necesario para seguir adelante.

Asimismo, el diseño de programas de reincorporación escolar para aquellos estudiantes que ya han abandonado o están en riesgo de hacerlo es una medida eficaz. Estos programas pueden ofrecer una segunda oportunidad de educación a través de modalidades flexibles  como la educación a distancia o los programas de aprendizaje personalizado que se adaptan a las necesidades del estudiante. También es fundamental ofrecer alternativas que permitan a los estudiantes obtener una cualificación profesional a través de formación técnica o programas de aprendizaje basado en el trabajo, lo que puede motivarles a continuar sus estudios sin necesidad de seguir el camino tradicional de la educación secundaria. Las vías alternativas de cualificación, como los programas de formación profesional o los centros de educación para adultos, ofrecen a los estudiantes una opción viable para continuar su desarrollo personal y profesional.

¿Qué medidas pueden ayudar a guiar al alumno hacia un ámbito de aprendizaje alternativo o hacia vías alternativas para obtener una mayor cualificación?

Una medida clave para guiar a los estudiantes hacia un ámbito de aprendizaje alternativo es ofrecerles opciones educativas personalizadas y adaptadas a sus necesidades, intereses y habilidades. Los program as de formación técnica y los cursos de certificación profesional son una excelente opción para aquellos estudiantes que no se sienten cómodos en el sistema educativo tradicional. Estos programas no solo ofrecen una alternativa válida al modelo académico, sino que también brindan oportunidades de empleo y desarrollo profesional. Además, el aprendizaje a través de la práctica o el aprendizaje basado en proyectos puede ser una forma de involucrar a los estudiantes en el proceso educativo de una manera más dinámica y aplicada a la vida real, lo que puede aumentar su motivación y reducir el riesgo de abandono escolar. 

La flexibilidad horaria también es una herramienta poderosa: muchos estudiantes que abandonan la escuela lo hacen debido a situaciones familiares o laborales que requieren su tiempo. Ofrecer programas nocturnos, clases online o centros de educación alternativos les permite seguir formándose sin comprometer otras responsabilidades. Por último, es fundamental que el apoyo emocional y académico se mantenga constante a lo largo de todo el proceso educativo, para que los estudiantes sientan que, independientemente de la ruta que elijan, siempre tienen un respaldo que les ayudará a avanzar hacia una mejor calificación y una mayor cualificación.

El abandono escolar no es simplemente una decisión individual de los estudiantes, sino el resultado de una serie de factores interrelacionados, desde las circunstancias familiares hasta las estructuras sociales y educativas que los rodean. Mantener a los estudiantes en el sistema educativo no solo depende de su interés personal o motivación, sino también del apoyo social y cultural que reciban a lo largo del proceso. Es imperativo que las instituciones educativas, las familias y las políticas públicas trabajen juntas para proporcionar a los estudiantes las herramientas necesarias para superar las barreras emocionales y académicas que enfrentan. Ofrecer alternativas educativas, como la formación técnica o los programas de reincorporación escolar, puede ser la clave para darles una segunda oportunidad y guiarlos hacia un futuro más prometedor.

Investigación grupal: Sobre progenitores divorciados

 

El Impacto del Divorcio en los Niños: Consecuencias Educativas y Socioemocionales

En nuestro trabajo de investigación, nos propusimos explorar cómo el divorcio de los padres afecta a los niños, especialmente en su desarrollo emocional, social y académico. A lo largo del estudio, abordamos los efectos que esta ruptura familiar tiene sobre los menores y cómo pueden verse reflejados en su comportamiento y rendimiento escolar. A continuación, resumimos los aspectos clave que tratamos en nuestra investigación.

El Problema de la Separación Familiar:El divorcio, al generar una desestructuración familiar, afecta profundamente la estabilidad emocional de los niños. En nuestra investigación, descubrimos que los menores que pasan por una separación parental enfrentan cambios abruptos en su entorno afectivo y social, lo que puede llevarles a experimentar ansiedad, inseguridad y tristeza. La falta de un apoyo emocional adecuado en casa a menudo se traduce en un bajo rendimiento escolar y dificultades para establecer relaciones positivas con sus compañeros y profesores.

Teorías del Desarrollo Infantil:Para comprender mejor el impacto del divorcio, nos basamos en diversas teorías sobre el desarrollo infantil. Una de las más relevantes es la teoría del apego de John Bowlby, que destaca la importancia de las figuras de apego (como los padres) para el bienestar emocional de los niños. Cuando estas figuras se ven alteradas, como sucede en un divorcio, los niños pueden sentirse vulnerables e inseguros. También tomamos en cuenta las teorías de Piaget y Vygotsky, que explican cómo el entorno familiar influye en el desarrollo cognitivo y social. En particular, descubrimos que los cambios familiares pueden afectar las habilidades de aprendizaje y las relaciones interpersonales de los niños.

Barreas Socioemocionales:Uno de los hallazgos más importantes de nuestra investigación fue entender cómo el divorcio provoca un "duelo" emocional en los niños. Este proceso no solo implica tristeza por la pérdida de la estructura familiar previa, sino también un impacto en su autoestima y comportamiento social. Vimos que los niños pueden desarrollar problemas de conducta, aislarse socialmente o incluso ser víctimas de bullying. Todo esto afecta su bienestar emocional y sus relaciones con los demás.

Consecuencias Educativas:El impacto del divorcio también se refleja en el rendimiento académico de los niños. En nuestro estudio, observamos que la inestabilidad emocional generada por la ruptura familiar dificulta la concentración y la motivación en los estudios. Los niños afectados por el divorcio suelen perder el interés por el aprendizaje y, en algunos casos, experimentan un notable descenso en su rendimiento escolar. Sin embargo, también encontramos que cuando los padres se mantienen involucrados en el proceso educativo, incluso después de la separación, los efectos negativos pueden mitigarse considerablemente.


Intervenciones Educativas y Psicológicas:Durante nuestra investigación, nos enfocamos en diversas intervenciones que pueden ayudar a los niños a manejar el impacto emocional del divorcio. Programas como el Grupo de Apoyo a los Niños se destacan como ejemplos efectivos. Estos programas ofrecen herramientas para gestionar el estrés, mejorar la autoestima y desarrollar habilidades sociales. También observamos que el apoyo de profesionales de la salud mental, junto con la colaboración de orientadores escolares, es esencial para facilitar la adaptación emocional y educativa de los niños.

El Rol de la Escuela y las Políticas Públicas:A lo largo de nuestra investigación, también analizamos cómo las políticas educativas pueden influir en la situación de los niños cuyos padres se han divorciado. Nos llamó la atención que, aunque las normativas educativas como la Lomloe incluyen el desarrollo socioemocional como un eje central del proceso educativo, aún se requieren estrategias para niños que enfrentan situaciones familiares complejas. En este sentido, las escuelas juegan un papel crucial, ofreciendo espacios donde los niños puedan expresar sus emociones de manera libre y segura, lo cual puede ayudarles a superar las dificultades emocionales derivadas del divorcio.

En nuestra investigación, llegamos a la conclusión de que el divorcio de los padres no solo impacta la vida emocional de los niños, sino también su rendimiento académico y sus relaciones sociales. Sin embargo, con el apoyo adecuado tanto en el hogar como en la escuela, los niños pueden superar estos desafíos y adaptarse positivamente a los cambios que la ruptura familiar implica.

sábado, 14 de diciembre de 2024

Tertulia 4: Profesorado y Alumnado ante el fracaso educativo.

3-12-2024

 Reflexión basada en el artículo: Profesorado y alumnado ante el fracaso y el abandono educativo: encuentros y desencuentros.

Mónica López-Gil-, Francisco Javier Amores Fernández, Rosa Vázquez Recio



El alto número de estudiantes por clase plantea un desafío significativo para los sistemas educativos, ya que la abundancia de alumnos dificulta la personalización del aprendizaje. Este contexto impide que los docentes puedan ofrecer atención individualizada, lo que es esencial para abordar las diversas necesidades y ritmos de los estudiantes. La falta de una aproximación más cercana puede generar que algunos alumnos se sientan desatendidos o que no encuentren el apoyo necesario para superar sus dificultades. Así, el ambiente de la clase se convierte en uno en el que la enseñanza se convierte en algo genérico, afectando tanto el rendimiento académico como el bienestar emocional de los estudiantes.

La manera en que los profesores interactúan con sus alumnos también juega un papel crucial en la manera en que estos se sienten dentro del aula. Un trato frío o impersonal puede generar una desconexión que contribuye a la desmotivación y al abandono escolar. Si los estudiantes perciben que no son considerados como individuos únicos, su compromiso con el proceso educativo puede disminuir, lo que aumenta las probabilidades de que decidan abandonar sus estudios. El mensaje que se transmite, muchas veces, es que el esfuerzo por parte del alumno no tiene suficiente valor en un sistema que, a menudo, está más enfocado en la eficiencia y los resultados numéricos que en las necesidades humanas y emocionales de cada estudiante.

Este fenómeno se acentúa en aquellos estudiantes que ya enfrentan estigmas sociales, como aquellos con baja autoestima o que adoptan comportamientos rebeldes como una forma de protección. Estos alumnos, en muchas ocasiones, construyen una “coraza” emocional que dificulta aún más su conexión con el entorno escolar. La falta de comprensión y apoyo por parte de los educadores y el sistema en general puede hacer que estos estudiantes sientan que el fracaso escolar es una consecuencia inevitable. Sin un espacio que fomente la empatía y el entendimiento, estos jóvenes son más propensos a percibir la escuela como un lugar alienante y, por ende, deciden abandonarla.

Desde una perspectiva integral, no se puede abordar el fracaso escolar sin tener en cuenta la diversidad de factores que influyen en él. El concepto de interseccionalidad nos permite entender que las desigualdades no son simples y unidimensionales, sino que se entrelazan, afectando a los estudiantes de manera compleja. La interacción de factores como el contexto socioeconómico, las diferencias culturales, el género y las capacidades individuales puede influir en la experiencia educativa de cada estudiante. Así, para prevenir el fracaso escolar y el abandono, es necesario adoptar un enfoque holístico que reconozca y atienda estas múltiples dimensiones, garantizando que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de éxito y crecimiento en el ámbito educativo.



López-Gil, M., Amores Fernández, F. J., & Vázquez Recio, R. (Año). Profesorado y alumnado ante el fracaso y el abandono educativo: encuentros y desencuentros. Editorial.

Charla: What is an Activist Teacher?

 


26-11-2024


Durante esta charla se trataron diferentes temas para definir a un profesor activista. Estos aspectos fueron:


¿Qué es un profesor activista? Va más allá de los métodos tradicionales de enseñanza. Se enfoca en la justicia social y la equidad. Un profesor activista busca apoyar a todos los estudiantes, especialmente a aquellos que enfrentan dificultades debido a su situación social o económica, como los migrantes o refugiados.

¿Cómo ser un profesor activista?

1. Conciencia de los factores que afectan a los migrantes:Es importante entender las experiencias de los estudiantes migrantes y las dificultades que pueden enfrentar al adaptarse a un nuevo país.

2. Reorganizar el currículo oculto: Es decir, reflexionar sobre las normas sociales, rutinas y enfoques en la enseñanza, para reducir el estrés de la adaptación cultural. Además, se debe explorar cómo los estudiantes viven y entienden su entorno.   

Apoyos más allá de la escuela: Los estudiantes pueden necesitar apoyo fuera del aula, como ayuda emocional, social o económica. Es importante celebrar lo que los estudiantes aportan al aula, reconocer sus experiencias y fortalezas.

Razones para la migración: Las personas migran por muchas razones, como la guerra, la situación económica o la búsqueda de un futuro mejor. Es importante entender por qué un estudiante está desplazado, ya que esto puede ayudar a brindar el apoyo adecuado.

El sistema crea barreras: La sociedad y el sistema político pueden hacer que los estudiantes sean vulnerables. Por eso, un profesor activista también aboga por cambios en las políticas y en el sistema educativo para mejorar las condiciones de los estudiantes.

Actividades para estudiantes: Un profesor activista puede organizar recorridos por la ciudad o el campus escolar, especialmente para estudiantes locales, para ayudar a los nuevos estudiantes a integrarse. Los profesores en formación también pueden organizar actividades participativas y experiencias directas para que los niños aprendan de manera concreta, no solo abstracta.

Aumentar la conciencia: Trabajar directamente con niños migrantes o refugiados requiere empatía y un enfoque transformador. Un profesor activista está en la "primera línea", apoyando a los estudiantes con sensibilidad y comprensión.

¿Cuál es el verdadero rol de un profesor? El verdadero rol de un profesor es ser más que solo un educador; es un defensor de la equidad y la justicia social, comprometido con el bienestar de todos sus estudiantes.

Tertulia 3: Fracaso escolar y exclusion Educativa.

 

19-11-2024

Basado en el texto de Juan Escudero, Universidad de Murcia.

Profesorado, revista de currículum y formación del profesorado, 1, (1), 2005, FRACASO ESCOLAR, EXCLUSIÓN EDUCATIVA: ¿De qué se excluye y cómo?



El fracaso escolar es un problema complejo que afecta a muchos estudiantes en todo el mundo. No se puede reducir a una simple cuestión de que el estudiante no tenga la capacidad de aprender, sino que tiene que ver con muchos factores que influyen en su rendimiento y en su relación con la escuela.

Uno de los puntos clave para entender el fracaso escolar es que no es culpa exclusiva del estudiante. Este es un concepto importante porque, a menudo, se le asigna la responsabilidad al alumno sin tener en cuenta todo lo que lo rodea. Hay factores que vienen de fuera, como el contexto social y familiar, que pueden influir mucho en el rendimiento escolar. Además, factores internos, como la relación que el estudiante tiene con sus profesores o el apoyo que recibe en clase, también juegan un papel esencial.

 La influencia del entorno escolar: El fracaso escolar no solo es un problema individual. Tiene que ver con cómo los estudiantes se sienten dentro del sistema educativo. Si un estudiante no se siente apoyado, comprendido o motivado, es probable que se "desenganche" de la escuela. Este proceso de desmotivación o desconexión del aprendizaje es conocido como "desenganche escolar". Los estudiantes que no se sienten parte de la escuela, que no ven sentido a lo que se les enseña o que no tienen modelos a seguir, tienden a perder interés y rendimiento.

Este desenganche no es solo académico, sino también emocional. El factor emocional es fundamental en el aprendizaje, porque los estudiantes que no están emocionalmente comprometidos con su educación tienen menos posibilidades de aprovechar las oportunidades que la escuela les ofrece. La motivación juega un papel crucial aquí: si el estudiante no siente que está logrando algo significativo, es más probable que se rinda.

Podemos entender el fracaso escolar a través de dos grandes grupos de factores: macrosociales y microsociales.

1. Factores macrosociales: Son aquellos que están fuera del control directo de la escuela y del estudiante, pero que afectan a ambos. Estos incluyen las políticas educativas, las condiciones socioeconómicas y las desigualdades en el acceso a recursos. En muchos países, las diferencias entre los barrios ricos y los pobres, o entre áreas urbanas y rurales, pueden generar oportunidades desiguales para los estudiantes. Por ejemplo, si una escuela no tiene los recursos suficientes, como materiales didácticos, tecnología o personal capacitado, eso puede dificultar el aprendizaje de los estudiantes.

2. Factores microsociales: Se refieren a las interacciones directas que los estudiantes tienen en su entorno escolar, como la relación con sus profesores, compañeros y el clima dentro del aula. Un profesor que no sabe cómo conectar con sus estudiantes, o que utiliza métodos de enseñanza que no son inclusivos o motivadores, puede ser una de las principales razones por las cuales los estudiantes se sienten excluidos o desmotivados. Además, las dinámicas de grupo entre compañeros también juegan un papel. El bullying, por ejemplo, puede afectar profundamente la autoestima de un estudiante y su disposición a participar en la escuela.

El fracaso escolar no es inevitable ni natural; es el resultado de una serie de factores que influyen en el rendimiento de los estudiantes. Para prevenirlo, es fundamental que los estudiantes vean la escuela como un lugar que tiene algo valioso que ofrecerles. Esto se puede lograr creando un enfoque más personalizado y creativo en la enseñanza, que conecte con sus intereses y realidades. Además, es esencial fomentar un ambiente emocionalmente seguro, donde los estudiantes se sientan aceptados y respetados, lo que les permite expresarse libremente y aprender de sus errores sin miedo al juicio. Un entorno de confianza y respeto puede hacer una gran diferencia en su motivación y desempeño.

Por otro lado, no todos los estudiantes aprenden de la misma manera, por lo que ofrecer apoyo adicional es clave para evitar que se queden atrás. Esto incluye proporcionar tutorías, programas de apoyo psicológico y una enseñanza diferenciada que se adapte a sus necesidades. También es importante que los estudiantes se sientan conectados con la escuela, viéndola como un lugar donde pueden desarrollar sus habilidades y talentos. Para lograr esto, es necesario que tanto los profesores como el personal educativo trabajen juntos para crear un clima positivo en el que los estudiantes se sientan valorados y motivados. Al atender tanto sus necesidades emocionales como académicas, podemos ayudar a prevenir el fracaso escolar y fomentar su éxito en el aprendizaje.

Escudero Muñoz, J. M. (2005). Fracaso escolar, exclusión educativa: ¿De qué se excluye y cómo? Profesorado, revista de currículum y formación del profesorado,




Indice Arope

 29-10-2024


El "índice de pobreza y discapacidad" se refiere a la relación entre las personas que tienen alguna discapacidad y su vulnerabilidad a la pobreza. Este índice mide cuán difícil es para las personas con discapacidad acceder a recursos, empleo y una vida digna. En muchas sociedades, las personas con discapacidades enfrentan barreras significativas, como la falta de acceso a educación, servicios de salud adecuados o trabajos accesibles, lo que las coloca en una posición más vulnerable frente a la pobreza.

El empleo, sin embargo, juega un papel crucial en brindar mayor protección a las personas con discapacidad. Cuando estas personas tienen acceso a un trabajo adecuado, no solo mejoran su situación económica, sino que también ganan autonomía y participación en la sociedad. El trabajo no solo ofrece un salario, sino que también proporciona estabilidad, seguridad y oportunidades de desarrollo personal. A través del empleo, las personas con discapacidad pueden tener una vida más digna y reducir las probabilidades de caer en la pobreza.

Por último, este índice también refleja cómo la falta de empleo adecuado puede perpetuar el ciclo de pobreza entre las personas con discapacidad. Si no pueden acceder a un trabajo, la pobreza se vuelve más difícil de superar. En este contexto, la inclusión laboral de personas con discapacidad no es solo una cuestión de justicia social, sino también una manera efectiva de combatir la pobreza y asegurar que todas las personas, independientemente de su condición, tengan las mismas oportunidades de mejorar su calidad de vida.

Tertulia 2: Los Educadores Sociales ante la exclusión.

 Basado en el texto de José García Molina.


29/10/2024

En este texto, el autor reflexiona sobre el papel del educador social en la sociedad y cómo, a pesar de la relevancia de su trabajo, muchas veces se subestima o se sobreentiende que no es tan importante. El educador social desempeña una función fundamental en el apoyo a personas en situaciones de vulnerabilidad, como aquellos que viven en contextos de exclusión social, personas con discapacidades, menores en riesgo de abandono o incluso aquellos que se encuentran en la cárcel. Sin embargo, en muchas ocasiones, su trabajo no recibe el reconocimiento que merece, ya que la sociedad tiende a valorarlo de manera superficial, o incluso a pensar que se trata de una labor fácil.

El autor también menciona que, a menudo, el trabajo del educador social es visto desde una perspectiva equivocada. Muchas personas piensan que la tarea principal de este profesional es simplemente dar consejos o realizar actividades que fomenten el bienestar personal de las personas con la que trabaja, sin tener en cuenta la formación especializada que requiere este trabajo ni el impacto positivo en la vida dichas personas. La figura del educador social es frecuentemente confundida con la de otros profesionales, como el trabajador social o incluso el pedagogo, lo que hace que su labor sea menos evidente en la sociedad.

Además, se destaca que el educador social se enfrenta a una constante lucha por visibilizar su labor y demostrar que su trabajo no solo tiene valor, sino que es esencial para el desarrollo y bienestar de la sociedad en su conjunto. El autor subraya que, en lugar de ser considerado un profesional con una formación integral, se le tiende a ver como alguien que simplemente realiza tareas auxiliares . Este tipo de percepciones contribuye a que el educador social sea menospreciado en comparación con otras profesiones del ámbito educativo o social, a pesar de que su intervención puede ser crucial para la reintegración de personas en situaciones complicadas.

A lo largo del texto, el autor también hace referencia a cómo la sociedad, en general, no valora lo suficiente el trabajo en los servicios sociales y, en particular, el trabajo del educador social.

El autor también plantea que es fundamental cambiar la visión social sobre el educador social, reconociendo su trabajo como parte de un proceso integral que promueve la inclusión, la igualdad de oportunidades y la mejora de la calidad de vida de personas que, por diversas razones, se encuentran en situación de desventaja. La tarea del educador social no solo implica enseñar habilidades prácticas, sino también trabajar con la autoestima de las personas, empoderarlas y darles las herramientas necesarias para que puedan participar activamente en la sociedad.

Finalmente, el autor concluye señalando que el papel del educador social debe ser reconocido como parte fundamental un en el sistema de bienestar social. Es necesario que la sociedad comprenda la importancia de su labor y valore adecuadamente su formación y dedicación.


lunes, 21 de octubre de 2024

Tertulia 1: La elección de la Desigualdad texto Dubet (2015)

 


Durante nuestra clase, nos embarcamos en un fascinante diálogo sobre las desigualdades, inspirados por las ideas de Tocqueville. Un término que resonó profundamente en mí fue "democratización segregativa". A partir de aquí, comprendí cómo nuestros orígenes sociales influyen en el tipo de escuela al que podemos acceder. Es un hecho curioso, y algo triste, que los estudiantes con más recursos pueden disfrutar de mejores instituciones educativas, mientras que otros deben conformarse con menos.

La realidad es que el rendimiento escolar de los alumnos a menudo se ve condicionado por la riqueza de sus padres. Esto no es solo una cuestión de dinero; se trata de oportunidades, apoyo y acceso a recursos que deberían ser un derecho para todos, pero que, lamentablemente, no lo son. La normalización de esta desigualdad se ha vuelto casi invisible para muchos, convirtiendo lo extraordinario en lo ordinario.

Imaginemos un escenario diferente: un sistema educativo que no solo reconozca la diversidad de orígenes, sino que también celebre y potencie esas diferencias. La educación podría ser un verdadero igualador social, donde cada estudiante, independientemente de su contexto, tenga acceso a las mismas oportunidades de aprendizaje. ¿Y qué tal si, en lugar de ver la educación como un privilegio, la tratáramos como un derecho inalienable?

Además, al reflexionar sobre esto, me doy cuenta de que la solución no solo radica en reformas educativas, sino también en un cambio cultural que desafíe la percepción de que la desigualdad es algo natural. Es hora de cuestionar cómo nuestras sociedades han normalizado esta brecha y de abogar por un sistema que realmente promueva la inclusión y la equidad.

Así que, mientras seguimos discutiendo estas dinámicas, recordemos que el cambio comienza por reconocer la realidad y abogar por un futuro donde la educación sea el puente hacia un mundo más justo y equitativo. ¡Hagamos ruido por una educación que brinde oportunidades a todos, sin importar su punto de partida!


Reflexión : Primera clase “Abrir Moldes” y Árbol de la Inclusión.

 








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Durante nuestra primera clase, las profesoras  nos presentaron la metodología de la materia y nos hablaron sobre los emocionantes proyectos que nos esperan. Luego, nos sumergimos en una reflexión sobre el video "Cartoons for Child Rights: Freedom from Discrimination" de UNICEF. En él, vimos varias piezas que intentaban encajar en un molde. Sin embargo, una de ellas no encajaba del todo bien, así que decidieron abrir el molde para que la pieza pudiera entrar sin problemas.

Esta imagen me hizo pensar en el papel que desempeñamos en la escuela. Así como el molde debe adaptarse para permitir que la pieza encaje, nosotros, como educadores, debemos abrirnos y flexibilidad a los estudiantes. No se trata de hacer que todos se ajusten a un mismo molde, sino de crear un espacio donde cada uno pueda aprender y crecer a su manera. ¡Es como abrir la pelota del aprendizaje para que todos puedan jugar!
En resumen, esta clase me recordó que nuestra misión,  mi misión como profesora es facilitar el aprendizaje, permitiendo que cada estudiante encuentre su lugar en el mundo educativo.

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Hoy, al mirar el Árbol de Inclusión que construimos en clase, me invadió una sensación de orgullo y gratitud. Cada uno de los integrantes de mi grupo puso su toque personal en ese árbol, dibujando y escribiendo sus pensamientos sobre lo que significa incluir a los demás. El árbol no era solo un dibujo en papel, era un reflejo de lo que aprendemos a diario: que somos diferentes, sí, pero esas diferencias son lo que nos hace fuertes. En ese espacio, compartimos lo que pensamos sobre el respeto, la amabilidad y la solidaridad, creando un entorno lleno de confianza y apoyo mutuo.

Como docente, este proyecto me recordó que la verdadera educación va más allá de enseñar conocimientos académicos. Es enseñar a ver al otro, a entender sus necesidades y sentimientos, y a cultivar un ambiente donde todos se sientan aceptados. El Árbol de Inclusión se convirtió en un símbolo tangible de este esfuerzo colectivo. No es solo un ejercicio de clase, es una lección viva que se lleva consigo todos los días: el valor de la inclusión. Al verlos trabajar juntos, entendí que el aula no solo es un lugar de aprendizaje intelectual, sino un espacio de crecimiento humano, donde la verdadera magia sucede cuando aprendemos a abrazar nuestras diferencias y a apoyarnos unos a otros.



Presentación