3-12-2024
Reflexión basada en el artículo: Profesorado y alumnado ante el fracaso y el abandono educativo: encuentros y desencuentros.
Mónica López-Gil-, Francisco Javier Amores Fernández, Rosa Vázquez Recio
El alto número de estudiantes por clase plantea un desafío significativo para los sistemas educativos, ya que la abundancia de alumnos dificulta la personalización del aprendizaje. Este contexto impide que los docentes puedan ofrecer atención individualizada, lo que es esencial para abordar las diversas necesidades y ritmos de los estudiantes. La falta de una aproximación más cercana puede generar que algunos alumnos se sientan desatendidos o que no encuentren el apoyo necesario para superar sus dificultades. Así, el ambiente de la clase se convierte en uno en el que la enseñanza se convierte en algo genérico, afectando tanto el rendimiento académico como el bienestar emocional de los estudiantes.
La manera en que los profesores interactúan con sus alumnos también juega un papel crucial en la manera en que estos se sienten dentro del aula. Un trato frío o impersonal puede generar una desconexión que contribuye a la desmotivación y al abandono escolar. Si los estudiantes perciben que no son considerados como individuos únicos, su compromiso con el proceso educativo puede disminuir, lo que aumenta las probabilidades de que decidan abandonar sus estudios. El mensaje que se transmite, muchas veces, es que el esfuerzo por parte del alumno no tiene suficiente valor en un sistema que, a menudo, está más enfocado en la eficiencia y los resultados numéricos que en las necesidades humanas y emocionales de cada estudiante.
Este fenómeno se acentúa en aquellos estudiantes que ya enfrentan estigmas sociales, como aquellos con baja autoestima o que adoptan comportamientos rebeldes como una forma de protección. Estos alumnos, en muchas ocasiones, construyen una “coraza” emocional que dificulta aún más su conexión con el entorno escolar. La falta de comprensión y apoyo por parte de los educadores y el sistema en general puede hacer que estos estudiantes sientan que el fracaso escolar es una consecuencia inevitable. Sin un espacio que fomente la empatía y el entendimiento, estos jóvenes son más propensos a percibir la escuela como un lugar alienante y, por ende, deciden abandonarla.
Desde una perspectiva integral, no se puede abordar el fracaso escolar sin tener en cuenta la diversidad de factores que influyen en él. El concepto de interseccionalidad nos permite entender que las desigualdades no son simples y unidimensionales, sino que se entrelazan, afectando a los estudiantes de manera compleja. La interacción de factores como el contexto socioeconómico, las diferencias culturales, el género y las capacidades individuales puede influir en la experiencia educativa de cada estudiante. Así, para prevenir el fracaso escolar y el abandono, es necesario adoptar un enfoque holístico que reconozca y atienda estas múltiples dimensiones, garantizando que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de éxito y crecimiento en el ámbito educativo.
López-Gil, M., Amores Fernández, F. J., & Vázquez Recio, R. (Año). Profesorado y alumnado ante el fracaso y el abandono educativo: encuentros y desencuentros. Editorial.